Coordinador de Informática
No soy muy amigo de esas personas superpositivas que siempre están pregonando lo hermoso que es cada día. No soy muy amigo de los discursos levanta ánimos que repiten algunos porque leyeron un libro de superación personal.
No les voy a dar una charla de motivación
para que salgan a conquistar el mundo. Simplemente quiero compartir 4 sencillas
y muy realistas razones por las que hoy va a ser un buen día.
No. 4. Estás más cerca de alcanzar tus metas
Sin importar cuál es tu meta: escribir un libro, conseguir pareja, tocar acordeón con los pies; ¿qué has hecho hoy para alcanzarla? ¿Quieres comprar un carro? Perfecto. ¿Qué has hecho hoy para conseguir dinero extra? ¿Has ahorrado algo hoy para la cuota inicial?
El asunto es igual para todo.
Supongamos que quieres bajar de peso. Conozco muchas personas que quieren
hacerlo, pero nunca llegan a sudar la grasa realmente. Se quedan estancados en
la etapa de “quiero bajar de peso”, buscan dietas, hacen planes para entrar a
un gimnasio, compran la bebida adelgazante de moda y no pasan de tomarse un par
de vasos. Y yo pregunto: ¿cuándo van a empezar a hacer abdominales para bajar
la llanta? ¿Cuándo van a dejar de comerse una montaña de arroz en el almuerzo y
remplazarla por un plato de ensalada?No. 4. Estás más cerca de alcanzar tus metas
Sin importar cuál es tu meta: escribir un libro, conseguir pareja, tocar acordeón con los pies; ¿qué has hecho hoy para alcanzarla? ¿Quieres comprar un carro? Perfecto. ¿Qué has hecho hoy para conseguir dinero extra? ¿Has ahorrado algo hoy para la cuota inicial?
El día para empezar es hoy. No mañana, ni después, ni el otro mes. Hoy. Tienes que empezar hoy porque…
No. 3. Poco a poco se llega lejos.
Es mucho más fácil alcanzar
tu meta de hoy, que la meta que has trazado para tu vida.
Si al empezar la mañana te pones
a pensar en todo lo que tienes que hacer en el día, probablemente te parecerá
demasiado y sentirás que no vas a conseguirlo. Sin embargo, si lo divides en
partes más pequeñas y estableces metas individuales para cada una de esas
fracciones, seguramente te será más fácil sobrevivir al día y al final de la
jornada sentirás más satisfacción por las tareas cumplidas. Así te darás cuenta
de que tu día…No. 2. No es tan malo como parece
¿Recuerdas la última vez que alguien te contó sobre su horrible día y a medida que te comentaba sus desgracias a ti te parecían tan insignificantes? “Primero mi jefe me regañó frente a todos por un informe que no presenté a tiempo, luego intenté imprimir algo pero las hojas se atascaron en la impresora, luego entró una ardilla por la ventana y se tomó mi café”.
Una forma fácil de ayudarte cuando
te encuentres asfixiado en uno de esos días es preguntarte ¿recordaré esto
dentro de diez años? A menos que sea algo realmente trágico, como la muerte de un
familiar querido o chocar un remolcador contra un submarino, lo más probable es
que no lo recuerdes. De hecho, quizás no recuerdes el incidente al terminar la
semana porque no es tan importante como para desgastar tu mente en eso.
Pero la principal razón por la
que hoy va a ser un buen día es porque…
No. 1.Tú vas a hacer que sea un buen día
¿Alguna vez te ha
pasado que vas en el bus camino al trabajo y el chofer va a 3 km/h, para a
comprar café y te hace llegar media hora tarde? Llegas corriendo, sudando e
insultando mentalmente al chofer del bus, pero no te detienes a pensar por qué
iba tan lento. A lo mejor no pudo dormir bien la noche anterior porque su
esposa está enferma, pero como a fin de cuentas ese es su problema, a ti solo
te importa que te hizo llegar tarde y te dañó el día desde temprano.
Ahora bien, la primera persona
que hable contigo seguramente pagará por tu mal genio y tampoco conocerá los
motivos de tu malestar, sólo pensará que eres un amargado que le gritó sin
razón y le dañó el día desde temprano. Y la cadena sigue.
Es tu deber ser el último eslabón
de esa cadena. Sacudirte el mal genio, pensar que “ajá, las cosas pasan, pero
no voy a dejar que esa tontería me dañe el día” y luego seguir tu camino hacia
el infinito y más allá.
A nadie le corresponde hacer de
tu día un buen día. Eso es únicamente tu responsabilidad. Eres tú quien tiene que
entender y analizar como reaccionas ante ciertos estímulos y reconocer cuando
necesitas hacer ajustes para seguir adelante.
¿Eres capaz de hacerlo? Te
aseguro que si lo haces, cada día será un buen día.
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