Trabajas todo el día hasta que tus ojos se funden y te sangran los dedos, pero al terminar el día te das cuenta de que tienes más cosas pendientes que cuando empezaste.
¿Por qué?, si has trabajado tan duro...
Has pasado todo el día de aquí para allá, haciendo una cosa y otra, saliendo de una reunión para entrar a la siguiente, trabajando en un asunto urgente para continuar con otro más urgente aún.
¿Por qué parece que no estás evacuando tu trabajo pendiente? Hay varias razones posibles:
2. Estás haciendo el trabajo de otros.
Si bien en algunas ocasiones podemos colaborarle a algún compañero, no podemos estar aplazando nuestro trabajo indefinidamente. Es importante reservar tiempo para hacer lo que tenemos que hacer, porque nadie más lo hará por nosotros.
4. No tienes fecha límite para tus tareas.
Usualmente nos acostumbramos a hacer las cosas justo cuando ya no hay tiempo para hacerlas. Si no le colocamos fecha límite a nuestro trabajo, sentiremos que no es urgente y lo iremos posponiendo hasta que sea demasiado tarde, y entonces nos tocará correr.
1. No tienes hábito de manejo de tiempo.
El manejo del tiempo no es algo que usas cuando estás con el agua (o el trabajo) hasta el cuello y luego guardas en un cajón del escritorio. Debes convertirlo en un hábito, sólo así podrás reducir el esfuerzo necesario para llevar a cabo tu día a día. Sin darte cuenta será parte de tu estilo de vida.2. Estás haciendo el trabajo de otros.
Si bien en algunas ocasiones podemos colaborarle a algún compañero, no podemos estar aplazando nuestro trabajo indefinidamente. Es importante reservar tiempo para hacer lo que tenemos que hacer, porque nadie más lo hará por nosotros.
3. Desorganización.
Que tu lugar de trabajo esté lleno de papeles, libros y memos regados por todos lados, no quiere decir que trabajes más que tu compañero que siempre tiene el puesto organizado. Al contrario, muchas veces el desorden en el puesto de trabajo hace que las cosas importantes se pierdan entre las no tan prioritarias.4. No tienes fecha límite para tus tareas.
Usualmente nos acostumbramos a hacer las cosas justo cuando ya no hay tiempo para hacerlas. Si no le colocamos fecha límite a nuestro trabajo, sentiremos que no es urgente y lo iremos posponiendo hasta que sea demasiado tarde, y entonces nos tocará correr.
5. Haces de todo menos lo que tienes que hacer.
Revisas el correo, lees el periódico, bromeas con tus compañeros, chateas por el celular y vuelves a revisar el correo. Concéntrate en tu trabajo si quieres sacarlo adelante.
6. Dejas las cosas para después.
Recuerda lo que dice el viejo y conocido refrán: "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". Si algo es importante y puedes hacerlo ahora, simplemente hazlo.
7. No terminas lo que empiezas.
En tu día a día seguramente empiezas a hacer muchas cosas, la pregunta es: ¿cuántas terminas? En lugar de empezar 50 cosas diferentes, termina una antes de comenzar con la siguiente. Cinco tareas terminadas es mejor que 50 empezadas y dejadas por la mitad.- Organiza tu tiempo.
- Enfócate en tu trabajo.
- Haz lo que tienes que hacer.
- Y, por supuesto, termina lo que empezaste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario